Ches locos

Antes había energumenos, prepotentes, altaneros, explosivos, impulsivos, groseros, déspotas y etc; ahora todos son bipolares, termino en boga claro, aunque no todos tengan idea que hace un par de años se les llamaban maniaco depresivos, y menos aun idea que es un mal congénito incurable que tiene un altísimo índice de mortalidad en enfermos no atendidos y bla bla bla , ajajá, enfermos, como siempre los que quieren justificar su falta de educacion o sensibilidad argumentando su carácter, al esgrimir el escudo bipolar no caen en cuenta que se están definiendo como enfermos mentales, quien sabe si entonces decidirian recapacitar y curarse milagrosamente.

Desde tiempos inmemoriales padezco de TDA (Transtorno de Déficit de Atención, por sus siglas en español, iniciales también en boga) y noté que lo tenía hasta la prepa, y apenas hace un mes me entero que mi mamá lo padece, y que fue ella quien tuvo la amabilidad de heredarmelo junto con otro montón de cosas que le agradezco infinito. Realmente nunca tuve problemas para mantener atención al parrón, ya que esos pequeños lapsus siempre han sido excelentes, lapsus creativos por darles su lugar, para eso me compré la moleskine, para capitalizar los ausentismos en presencia y de paso verme cool como menciona el buen Guffo.

Nunca he sabido como funciona mi memoria, llenandome de datos e información muchas (pero muchas) veces inútiles a perpetuidad, recuerdo el teléfono de un amigo de la primaria, a quien por cierto le retiré la palabra en la secundaria, por fortuna he sabido desde hace un par de años descartar lo que no me sirve, es un peso menos.

La parte difícil es cuando voy a alguna ponencia importante, ahí si ni como hacer para no perderle, sobre todo cuando caes en cuenta que cualquier elucubración de tu autoría pudiera no ser superior a lo que acaba de irsete de labios de Jodorowsky o Fuentes y que por prudencia prefieres no cuestionarle al embobado vecino de al lado, por lo que he tenido que aprender a poner todo de mi parte para retener la mayor cantidad de palabreria posible en tales circunstancias.

Definiria mi memoria como un bote lleno de las piezas de un rompecabezas, ahí lo traigo todo, tan solo es cosa de ponerse a edificar.