Respecto al conflicto en Güaxaca


El Gobierno Federal y yo tenemos un gran punto en común:
No se nos da el resolver conflictos, por el contrario, el Gobierno tiende a eternizarlos y yo a empeorarlos.
Aprvecho la oportunidad para capitalizar esta feliz coincidencia con un par de sugerencias que no afectarían el resultado más allá de lo previsible o actual.
Para esto, nadie mejor para intervenir en conflictos que el ejercito gringo, genios del show bussiness en esto de la guerra-espectáculo.
Con ellos tenemos asegurado un espectaculo digno garantizado: bombardeos nocturnos en blancos equivocados, masacres a inocentes, malentendidos (de esos que cuestan vidas) y finalmente dejar el estado reducido a cenizas sin haber resuelto nada.
Como al buen Ricardo Rocha ya se nos acalambró con un primer incidente, se recomienda como el reportero ideal al carismatico Alberto Peláez, con su inmortal pose, misma que pierde a la menor provocación apenas resopla el primer cohetazo, y quien gusta de hacernos vibrar con sus coberturas en el mero fuego cruzado.
Sabemos que para un hombre acostumbrado a laborar en escenarios apocalípticos el presente conflicto le parecerá una mera ida a checar tarjeta.